Vídeomarketing. La publicidad más efectiva

El cambio social vivido en la última década al ya manido término, que no menos realista, ‘Edad 2.0’, ha provocado modificaciones en todas las ramas de la vida individual y, sobre todo, de la colectiva. En este contexto, el vídeomarketing ha encontrado un hueco privilegiado para dominar el pensamiento social en un mundo interconectado globalmente, cuyo centro neurálgico es la red de redes. Plataformas videomarketing

El vídeomarketing, como su propio nombre indica, es un formato audiovisual mediante el cual, todo el que quiera, puede tratar de dar a conocer un producto, bien, servicio o incluso a sí mismo, pues como indica la segunda parte del término, estamos hablando de marketing. Y qué mejor opción que utilizar la comodidad –para el usuario- de lo visual acompañado de lo auditivo para lograr los objetivos de una determinada promoción.

Muchos son los vídeos por internet que protagonizan horas y horas de visionado que incluso dan el salto a la televisión por su popularidad en la red, por lo que los usuarios potenciales de un buen trabajo de vídeomarketing son tan calculables como conexiones a internet + televisiones mundiales pueden haber alrededor del globo, superando cualquier otro medio o formato de difusión.

La página de Youtube es la mayor plataforma de vídeomarketing –Vimeo, Vine y ahora Instagram en menor medida-, aunque en ella se mezclan este tipo de productos audiovisuales junto a los vídeos caseros que todos los usuarios del mundo suben puramente por simple disfrute personal. No obstante, muchos de dichos productos domésticos se acaban viralizando por fuerzas sociales y acaban siendo carnaza de los profesionales del marketing y la publicidad, que en post de los beneficios económicos de sus empresas explotan esta clase de éxitos. Un ejemplo es la publicidad de T-Mobile, que copiando la idea de un vídeo casero con cerca de un millón de visualizaciones, parodió el enlace del príncipe Guillermo de Inglaterra.

La fuerza de un vídeo es increíblemente potente si el producto es bueno, e internet un medio extraordinariamente barato para conseguir que ese producto multiplique exponencialmente los beneficios –económicos y de branding- que las empresas buscan con ello. Esto convierte al vídeomarketing en un arma comercial realmente efectiva, que incluso al error se puede sacar provecho.

Y es que el apetito crítico de la sociedad es en ocasiones insaciable, sobre todo tras la inclusión, aceptación y uso de las redes sociales. El último ejemplo es el producto publicitario del Sorteo de Navidad realizado por Loterías y Apuestas del Estado, donde una publicidad básica como es el anuncio anual de dicho sorteo, se convirtió mediante la parodia hacia el ridículo en un fenómeno de vídeomarketing en el cual la empresa anunciante se muestra contenta, llevando por bandera el clásico tópico de los publicistas “aunque sea mal, que hablen de ti”.

El vídeomarketing no tiene límites a día de hoy y la tecnología avanza de su mano.

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